jueves, 12 de diciembre de 2013

Síndroma de Adams-Stokes

El síndrome de Adams-Stokes es un pérdida súbita y transitoria del estado de alerta, a veces acompañado de convulsiones.

Momentos antes de sufrir una crisis el paciente palidece, se pausa su ritmo cardíaco y comienza el colapso. Los períodos de inconsciencia son de unos treinta segundos, y si hay convulsiones serán contracciones cada 15-20 segundos. Durante la crisis la respiración continua, de tal forma que cuando se recupera la circulación el paciente se ruboriza debido al rápido bombeo de sangre oxigenada.

Al igual que en un síncope por arritmia, este síndrome no depende de la posición del paciente. Si suceden durante el sueño, cuando el paciente despierte se sentirá caliente y ruborizado.

El diagnóstico se hará mediante una minuciosa historia clínica, donde se referirá la palidez antes de las crisis y el rubor después de las mismas. Se realizará un electrocardiograma, en el que podremos ver asistolia, bloqueo AV o fibrilación ventricular durante la crisis.

La causa de estas crisis es la falta de gasto cardíaco debido a envenenamiento con antimonio, asistolia, bloqueo cardíaco, enfermedad de Lev o fibrilación ventricular. Con ellos se pierde el riego sanguíneo en el cerebro, que es lo que causa  la pérdida de estado de alerta.

El tratamiento inicial puede ser médico, recetando drogas como isoprenalina y epinefrina. Pero el tratamiento definitivo es la cirugía, colocándole al paciente un marcapasos.

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