domingo, 24 de noviembre de 2013

El Shock Cardiogénico

Cuando el corazón está tan dañado que es incapaz de suministrar suficiente sangre a los órganos de nuestro cuerpo, se produce el denominado shock cardiogénico.

Si hablamos de sus causas, tenemos que destacar las complicaciones cardíacas serias, que son las que suelen ocurrir tras un ataque cardíaco (infarto de miocardio). Estas complicaciones abarcan, entre otras:

-Sección de tamaño considerable del miocardio que no se mueve bien o no se mueve en absoluto.
-Ruptura del músculo cardíaco por el ataque al corazón.
-Ritmos cardíacos peligrosos.
-Presión sobre el corazón debido a una acumulación de líquido a su alrededor (taponamiento pericárdico).
-Desgarro o ruptura de los músculos o tendones que sostienen las válvulas cardíacas.
-Desgarro o ruptura de la pared (tabique) entre el ventrículo izquierdo y derecho (cámaras inferiores del corazón).
-Ritmo cardíaco muy lento (bradicardia) o problemas con el sistema eléctrico del corazón (bloqueo cardíaco).

Cuando a sus síntomas nos referimos, los más comunes son dolor o presión en el tórax, coma, disminución de la micción, aceleración del pulso y de la respiración, sudoración profusa, mareos, pérdida de lucidez mental, agitación, incapacidad para respirar, piel fría al tacto y de color pálido o pulso débil.

Este shock, es una emergencia médica, Por lo normal, se procede a una hospitalización en la UCI. Como objetivo, el tratamiento busca encontrar y tratar las causas para así salvar vidas.

Se pueden emplear medicamentos para incrementar la presión arterial y mejorar así la actividad cardíaca. Estos pueden ayudar a corto plazo, pero no se usan mucho tiempo.

Si la alteración del ritmo es grave, se necesita de tratamiento urgente para solventarlo.

Lo más común son los analgésicos, el oxigeno, líquidos y la sangre y sus hemoderivados.

Otros tratamientos se emplean en ocasiones que así lo requieran, como pueden ser el marcapasos o cirugía cardíaca.

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