Bienvenidos a "Alteraciones y enfermedades". Este blog, creado por alumnos de enfermería para la asignatura de Informática aplicada a la enfermería, formará un archivo sobre distintas alteraciones y enfermedades humanas.
El enfisema, es una enfermedad respiratoria producida
por la pérdida de elasticidad del tejido pulmonar. Constituye una de las dos
manifestaciones clínicas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (de la
cual ya hemos hablado en la entrada anterior). Sus principales síntomas son
disnea, tos y sibilancias. La disnea es progresiva, llegando a ser
incapacitante, y la enfermedad acaba produciendo la muerte. La base patológica
se encuentra en la pérdida de elasticidad del tejido pulmonar y bronquial por
degeneración progresiva; otros factores patogénicos son el espasmo bronquial,
las infecciones de repetición y la irritación de la mucosa bronquial por
agentes externos. Las bronquitis agudas de repetición y el asma también son
factores agravantes. Dada su incidencia, morbilidad y mortalidad es uno de los
mayores problemas de la salud pública actual. Lo que ocurre en esta enfermedad es que se
produce una pérdida progresiva de elasticidad, que hace disminuir el diámetro
de los bronquios y bronquiolos de entrada y salida a los pulmones, dificultando
así la salida de aire y quedando éste retenido. La pérdida de elasticidad
también afecta al tejido pulmonar; aumenta de forma progresiva la dilatación de
los alvéolos y sacos alveolares, lo que favorece la retención de aire. Esta
retención creciente produce una disminución del volumen eficaz del aire
inspirado y espirado. Los pulmones aumentan de tamaño y se acaba produciendo el
característico “tórax en barril”. Las alteraciones del árbol bronquial desencadenan
síntomas similares a los del resfriado común o a los del asma. Los pulmones
llegan a ser insuficientes para proporcionar a la sangre el oxígeno necesario
para los tejidos corporales; para compensarlo el corazón aumenta su frecuencia
y fuerza su ritmo de trabajo. El exceso de dióxido de carbono en la sangre
confiere un color azulado (bronquitis) o rosáceo (enfisema) a la piel del
paciente.
El deterioro pulmonar del enfisema es
permanente e irreversible, pero se pueden tratar sus síntomas y conseguir un
cierto aumento de la capacidad respiratoria. La abstención absoluta de fumar es
esencial, y el cambio de trabajo o residencia son necesarios si la
contaminación atmosférica agrava la situación. Deben indicarse
broncodilatadores, fisioterapia respiratoria y antibióticos profilácticos. La
terapia suele tener éxito cuando se inicia en las etapas iniciales de la
enfermedad.
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